Cafeteria

Una cafeteria casi tan normal como las demas a exepcion del toque artistico de la directora

Llego corriendo cansada y me estrello con la primera pared que vi, a la que me aferro con amor.

(Que fresca se siente...)

Mi cabeza me da vueltas y doy un ligero tropiezo al despegarme de la pared.

(No debí correr sin haber comido)

Mis ojos al fin observan el lugar en el que me encontraba.

Llegue a la cafetería tranquilo, luego de una ajetreada carrera de la cual me recuperé, quería esa comida grátis, porque realmente no tenía ni un centavo, me lo había gastado ya en artilugios para mi laboratorio.

Parecía que había llegado primero, por lo que suspire aliviado y luego me estire. Procedí a sentarme en una silla, admirando la espantosa decoración, aunque no le preste mucha atención, lo que estaba ansioso por revisar era el menú. Me percate de una segunda precencía en la cafetería, pero no era la srta. Fuu, así que no le tomé importancía.

Hasta que llegó la srta. Fuu estrellandose amorosamente con la pared, por lo cual solté una leve risa al verle, pero mantuve la compustura.

- Entonces Srta Fuu, me debe una comida.

Me sorprendo de gran manera al ver tranquilamente sentado al que según yo había dejado atrás totalmente. Me acerco a la mesa en la que estaba, levantando mi dedo índice para señalarle.

- Tú..tú.. cómo..? Acaso hay una puerta secreta estilo Narnia? -

Miro a mi alrededor aún confundida. El lugar no era nada del otro mundo ni parecía tener alguna puerta más que la entrada y la de los baños. Suspiro conforme y me siento en la silla de junto a Stuh.

- Bien, yo invito..- Digo cruzándome de brazos y mirándolo haciendo un puchero con mi boca.

Observando el menú, me inclinaba de la silla hacía atrás y hacía aún lado para leer lo que había, todo sonaba tan bien, quería todo, pero mi estomago no se lo podía permitir y tampoco la billetera de la srta. Fuu.

- Hmm... un plato grande de lasagna, si eres tan amable.

Sonreí y la pedí levantando la voz al cocinero. Luego de ello, me desparrame en la silla y junte mis manos mirando fijamente a la srta. Fuu, muy conforme con lo que comería.

- ¿Qué es lo que comerá?

Miro muerta de hambre a Stuh mientras pedía su lasagna y me encojo detrás del menú.

(En qué estaba pensando?, con mi sueldo de mesera no lograré sobrevivir el resto de la quincena. Tan confiada estaba?)

- Disculpe.. - Dije al levantar mi mano llamando al mesero - Quiero una quesadilla con champiñones. Sí, sería todo. Ah, un vaso de agua, gracias. -

Bajo el menú y enseguida se lo lleva el mesero. Veo que en la mesa hay un cesto de pan y tomo uno.

(Esto debe ser gratis. Lo meteré en mi bolsa antes de irme.)

Le doy una mordida al pan y volteo a ver a Stuh con sonrisa inocente. Migajas de pan caen en mi ropa.

(Soy un desastre comiendo..)

Tomó un pan igualmente, el cual muerdo con fiereza y comienzo a comer muy alegremente a la par de mi acompañante, migajas caían en la mesa, el suelo y mi ropa.

Ahora, tenía que pensar en algo para romper el hielo, para lo cual era pésimo. Mientras pensaba, tome otro pan y saque una bolsa de plástico de mi chaqueta y guarde el pan en ella, luego volví a guardalo dentro de mi chaqueta y subí el cierre.

Para mi foturna y romper el silencio incomodo, llegó el mesero con mi lasagna y la quesadilla con champiñones de la srta Fuu, por supuesto, le sirvieron a ella primero y dejaron su vaso con agua, luego a mi.

- Provecho, disfrute su comida.

Una vez se fue el mesero tome mis cubiertos y no esperé mas para empezar a comer. Poco después, el mesero trajo comida extra, por lo que en mi cara se vío felicidad, pero tambien me hice la interrongate ¿Por qué?

- Disculpe, esto no lo encargamos. - A lo que me respondieron que el joven que se había retirado ya lo había dejado pagado para nosotros. Sonreí y acepte la comida.

Veo como se roba mi preciado pan y hace exactamente lo que yo había planeado. Me quedo boquiabierta con el pan masticado en mi boca maldiciéndolo con mi mirada. El último pedazo de pan en mi mano es convertido en migajas.

El mesero nos sirve la comida y me la meto a la boca sin modal alguno.

- Iguamenchte (Igualmente) -

Tomaba mi vaso de agua con placer, cuando vi que el mesero llegó sirviendo más comida. Mis ojos se abren con terror y siento mi billetera desaparecer.

Stuh me roba las palabras de la boca. Al enterarme entonces que nos lo había invitado un chico, miro instintivamente a mi alrededor para encontrarlo, pero no logro mi cometido.

- Que te bendigan con muchos hijos, joven bondadoso. -

Prosigo a comer mis alimentos con ojos llorosos de felicidad.

Me limpie la boca con la servilleta de la manera mas elegante posible, aunque fallidamente pues era un desastre comiendo, en especial por el hambre que tenía.

- Que amabilidad de la persona que nos dío esto, creo que tengo cara de pobre.

Llamé al mesero con una seña y le pregunto si puede traer mas pan y si esto tendría algun pago extra, pero con la negativa de que pagaría mas, pido un par mas y me los traen rapidamente.

- Supuse que querrías mas, al igual que yo.

Le dí el par de panes a mi acompañante y luego proseguí con mi comida hasta terminarla, aunque como lo hice con el pan, guarde un poco de la comida que tan amablemente nos habían dejado y la guardé para después.

Observo mientras como, todo lo que hace y dice mi acompañante. Sin poder aguantarlo, me echo a reír. Una risa que no dejaba de salir de manera tan natural y relajada.

Lo miro nuevamente aún con la sonrisa en mi rostro y hago lo mismo que él. Guardo pan y un poco de la comida en unas bolsitas que traigo conmigo.

- Parece ser que somos parecidos. Ambos tenemos pinta de pobres muertos de hambre -

Me río un poco más y me limpio la boca con una servilleta.

Me río un poco junto con mi compañera.

- Bueno, esque somos pobres muertos de hambre.

Dejé mis cubiertos sobre los platos vacíos y me limpie por ultima vez con la servilleta para dejarla junto a los platos, sobé mi panza satisfecho y solte un suspiro de satifacción.

- La comida es buena, no lo eperaba de una cafetería escolar, pero bueno, esta es especial. ¿No lo cree?

- Sí... -

Miro mi platillo vacío y me recargo en la silla con los ojos cerrados y la misma sonrisa.

- Es extraño...apenas te conozco y ya me siento cómoda contigo. -

Abro mis ojos y le miro.

- No estoy acostumbrada a convivir con la gente. Siempre he sido una solitaria lobita.. -

La sonrisa se apaga de mi rostro. Levanto la mano llamando nuevamente al mesero.

- La cuenta, por favor -

Me quede un poco impresionado con sus palabras, en mi cara hubo un poco mas de seriedad. Recargue mis codos sobre la mesa y la miré (con la cara de mi firma) pero luego me puse un poco mas formal.

- Yo tampoco, siempre he evitado a la gente, normalmente es un problema.

El mesero llegó y le entrego la cuenta a la srta. Fuu por lo que me le quede viendo, esperaba no fuera mucho, se lo que es pasar por falta de dinero.

- Me ha agradado srta. Fuu, espero repitamos el encuentro.

Le dedique una leve sonrisa sincera y volví a desparramarme sobre mi silla.

Ya sabía cuánto iba a ser la cuenta. Lo que no había considerado era la propina.

(Ni modo...)

Le dirigí una forzada sonrisa al mesero al pagar.

Sacudí las migajas de mi ropa mientras escuchaba las palabras de Stuh. Al verle sonreír, sentí una calidez envolver mi cuerpo. Otra sonrisa se formó en mi rostro inevitablemente.

- Pienso lo mismo.. -

Me levanto del asiento sacudiéndome todas las migajas de mi ropa.

- Yo me regreso a mi habitación. Luego de comer tanto, sólo me dan ganas de dormir. - (Aunque realmente, siempre, tengo ganas de dormir...mm...) - ¿Qué harás tú, Stuh?

Luego de que ella se levantara de su asiento, hice lo mismo, dejé la silla como estaba y me estiré completo, los brazos arriba y la esplada hacía atras con una expresión de satisfacción.

- ¿Yo?, no lo se, vagaré, quizá experimente un poco o duerma, puede que todo.

Extendí la mano para saludarla y sonreí, quería agradecerle por la comida y el buen rato.

- Muchas gracias por la comida, espero disfrute el resto del día.

Luego de saludarla, pasé a retirarme de la cafetería con las manos en los bolsillos y bostezando.

- Oh, ok ..de nada.-

Le extendí la mano de igual manera y lo vi marcharse. Luego, me di la vuelta y salí del lugar, dirigiéndome de regreso a mi habitación.